Posterior a culminar el Tiempo de la Navidad, nuestra Iglesia nos introduce en un nuevo Tiempo Litúrgico, que es el "Ordinario". Este nombre lo lleva no porque tenga menos relevancia o importancia que los otros tiempos fuertes como la cuaresma o la pascua, sino que nos ayuda a comprender, meditar sobre la vida ordinaria y todas las obras de Jesús, los lugares que visitó, lo que realizó junto sus discípulos y los milagros junto a la prédica, por ello decimos que este tiempo nos ayuda a comprender en sí toda la vida pública de Jesús.
El Tiempo Ordinario inicia luego de la Fiesta del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo y culmina con la Fiesta de Jesucristo Rey del Universo, teniendo una pausa entre el tiempo de Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua cuando luego de la fiesta de Pentecostés se vuelve a vivir el Tiempo Ordinario. Además de ser el más largo de todo el año ya que comprende entre 33 y 34 semanas, es el tiempo en donde se concentra la gran cantidad de festividades religiosas, de los santos y patronales en los pueblos y comunidades. El color de este tiempo es el verde que significa esperanza.
Como buenos católicos debemos conocer acerca de la vida de fe de la Iglesia, entendiendo cada uno de los tiempos, que componen el año litúrgico. En este tiempo Ordinario estamos invitados a acompañar a Jesús en su vida diaria y cotidiana.
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